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martes, 13 de agosto de 2013

La verdad está en todos lados. Hasta en los dibujos animados.


En un mundo dominado por los medios y cuyo Rey es la Cultura Basura, vemos que la parrilla cotidiana ayuda más a adormecer nuestra mente, que a iluminarla. Claro, los fundamentos siempre tienen que ver con la masividad, y es por eso que siempre los mejores contenidos los terminamos encontrando en los canales pagados del cable o en las películas independientes que están un par de días en el cine.
Sin embargo, la verdad prevalece y se manifiesta en distintos niveles y desde variadas perspectivas. En las religiones por ejemplo, no podemos hablar de la verdad como un absoluto. Cada una elige su forma de contar la historia, pero si somos lo suficientemente tolerantes y abiertos de mente, podremos ver verdad en todas ellas. De la misma manera, el cine, la litteratura, la televisión y el arte en general, esconden maravillosos trocitos de verdad. Tenemos ejemplos prácticos y lúdicos como Star Wars, y algunos más profundos, comoThe Fountain.
Más de alguno de ustedes habrá escuchado sobre la serie animada Avatar. No, no la de James Cameron, sino una serie de dibujos animados que cuentan la historia de Aang, un niño que resulta ser la reencarnación de un dios hindú. Esta historia mezcla varias filosofías, conceptos y escuelas para presentar una historia muy entretenida y llena de significado. Atractiva para un niño, pero también para un adulto.
No más palabras. Este es un segmento de la serie, el capítulo “El Gurú”, donde como parte fundamental de su aprendizaje, Aang debe desbloquear sus Chakras.
Disfruten.






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