Conferencia del Maestro Beinsá Dunó,
dada a la Clase Oculta Juvenil el 7 de marzo del año 1930, Sofía – Izgrev.
Como discípulos de la Gran Escuela de la Vida, vosotros debéis estudiar la música tal y como existe en la Naturaleza. Una vez que alcancéis la música natural, vosotros aprenderéis aquellas gamas naturales, creativas, a través de las cuales fue creado el mundo. Los estados de todos los seres cambian según las gamas naturales, o sea musicalmente. Cuando cambia la gama, cambia y el estado. Como sabéis esto, a través de la música vosotros podéis influenciar sobre vuestros pensamientos y sentimientos, que os elevéis. Frecuentemente la gente pierde el tono básico de su vida, en consecuencia de lo cual producen una disonancia interna en sus estados. Si estáis nerviosos, indispuestos, irritados, comenzad a cantar silenciosamente, en voz alta o mentalmente, hasta que cambiéis vuestro estado. La música, el canto, ayudan para el desarrollo de los dones en el hombre. Toda la gente grande, genial, que ha pasado por grandes sufrimientos y pruebas, ha sido musical. Ellos tenían frentes correctas, altas, bien desarrolladas. Mientras no empecéis a pensar correctamente, mientras no llevéis en vosotros la imagen del hombre ideal, vosotros nada podéis lograr. No busquéis la imagen del hombre ideal fuera de vosotros. Ésta está puesta en toda la gente, pero debe manifestarse hacia afuera. ¿Si el hombre ideal no está en vosotros, cómo podréis saber qué es bueno y qué no, qué es moral y qué no es moral?
¿Cuáles son las cualidades del hombre ideal? Tratad de describir las cualidades distintivas del hombre ideal, no como las describen los poetas, los pintores, sino tal como vosotros le percibís. Si tenéis que pronunciarse sobre las cualidades de la vela ideal, inmediatamente haréis esto. Sin embargo, sobre el hombre ideal difícilmente podéis pronunciarse. La vela de buena calidad es ésta, la que flamea sin humo, no se derrite rápido, no gotea, no se corta. La llama de la vela debe ser clara, luminosa y pura. Como son las cualidades de la vela ideal, tales son y las del hombre ideal. El hombre ideal brilla como una vela. Para brillar, la causa se esconde en esto, que él presta atención a todo sin detenerse sobre los defectos.
Las deficiencias de la gente echan sombra sobre sus consciencias y las obscurecen. Deficiencias en la Naturaleza no existen. Éstas están en el pensamiento del hombre. Si logra echarlas fuera de su pensamiento, el hombre se vuelve puro y luminoso. Por lo tanto, si queréis acercarse a la imagen del hombre ideal, no mantengáis en vuestra mente y en vuestra conciencia las deficiencias de la gente. Cuanto menos os detenéis sobre las deficiencias de la gente, tanto más cerca estáis de la imagen del hombre ideal; cuanto más os detenéis sobre las deficiencias de la gente, tanto más lejos estáis de la imagen del hombre ideal. Cuanto más cargáis vuestra conciencia, tanto más os desviáis del camino del hombre ideal.
Imaginaos que tenéis dos alambres por los cuales pasáis corriente eléctrica. El alambre superior es de un metal que es un buen conductor de la electricidad, por lo cual se calienta fuertemente y comienza a brillar. El segundo alambre es un electro-conductor más débil, en consecuencia de lo cual se calienta débilmente y no brilla. Este guarda su color obscuro que ha tenido primeramente. Entonces la blancura del alambre depende de la capacidad de dejar pasar más fácilmente la corriente eléctrica. El alambre inferior, como un conductor eléctrico débil, queda obscuro. La misma cosa se refiere al hombre bueno y al malo. Hombre bueno es aquél que es un buen conductor de las energías de los mundos superiores. El hombre bueno es blanco y luminoso. El hombre malo es un conductor malo de las energías de los mundos superiores. El es más obscuro y no luminoso.
Por lo tanto, si dice alguien que es malo, esto significa que no es un buen conductor de las energías que vienen del espacio. ¿Qué debe hacer el hombre para manifestar lo bueno dentro de sí? Él debe cambiar el alambre por el cual vienen las energías – que de un mal conductor lo transforme en bueno. Vosotros podéis cambiar vuestros estados hasta entonces, hasta que encontréis tal alambre que suene al unísono con una gama dada de la Naturaleza. Esto significa que encontréis un alambre que es un buen conductor de la Naturaleza. El alambre luminoso y blanco representa el inicio Divino en el hombre, y al alambre obscuro y no luminoso lo llamamos naturaleza inferior del hombre. La naturaleza inferior del hombre necesita de cultura, de desarrollo, hasta que se refinen las manifestaciones burdas, o sea, los estados humanos burdos.
La gente contemporánea se pregunta por qué vienen los sufrimientos. Muy simple. Los sufrimientos son fuego sobre el cual el hombre se está asando. ¿Hasta cuándo se va a asar? Hasta que llegue a brillar y se vuelva blanco. “-¿Por qué debo sufrir?” -Para llegar a ser un buen conductor-. Cuanto más mal conductor es un hombre, tanto más grande es el deseo de la Naturaleza de hacerlo un buen conductor. Cuando deja pasar la corriente hacia este hombre, él comienza a brillar. El hombre sufre principalmente por dos causas: cuando no quiere dar camino para que las fuerzas en la Naturaleza se manifiesten, y cuando la Naturaleza no le da esto lo que él desea. Ella pone justo al lado de su boca esto lo que desea y cuando abre la boca para aceptarlo, ella inmediatamente lo retira. El deseo de la Naturaleza no es obligar al hombre a sufrir, sino hacerle feliz. Él no puede ser feliz hasta que no llegue a ser un conductor de las energías de la Naturaleza.
¿Qué representa la felicidad? Desde el punto de vista científico la felicidad no es otra cosa salvo la elevación de la conciencia a un escalón más alto, en el cual, el hombre sale de las tradiciones y comprensiones viejas de la vida. No solo la gente vive por tradiciones, sino y los animales. Por ejemplo, el lobo por tradición asfixia a las ovejas; la oveja por tradición pasta hierba. Desde el punto de vista científico, el pastar no es otra cosa, salvo la siega de la hierba. La oveja siega la hierba y la recoge en un lugar. Un día, cuando la oveja se transforme en hombre, ¿cómo va a manifestar su vieja tradición? El hombre no pasta hierba, pero de vez en cuando se inclina, corta un poco de hierbita y sigue su camino. Éste es un resto de la tradición de la oveja. A veces el hombre corta flores y las huele. Éste es un resto del deseo de las aves de limpiar su pico en las flores. Cuando limpian su pico, ellas cortan las flores.
Cuando se observa y estudia, el hombre puede conocer de dónde viene el inicio de algunas manifestaciones y tradiciones suyas. El hombre tiene deseos a través de los cuales se manifiestan las tradiciones. Con algunos de estos deseos el hombre se las arregla con años. Algunos de los sufrimientos son naturales, y otros – no naturales. Especialmente ahora, algunas de las tradiciones naturales se transformaron en no naturales e inútiles. Mucho tiempo debe pasar hasta que el lobo se niegue de su deseo de asfixiar a las ovejas. Así que recordad: el hombre puede ser feliz cuando en todos los casos de su vida ha sido un buen conductor. Si aparece un caso en su vida, cuando él no es un buen conductor, su felicidad desaparece.
Para guardar su felicidad, antes que nada el hombre debe saber cómo educar su cuerpo, como también sus pensamientos y sentimientos. Éste es el deber de la nueva educación. ¿Qué métodos nuevos aplican la psicología y la ética para la educación del hombre? Uno de los métodos de la nueva ética para la educación es la aplicación de la pureza en sentido amplio: pureza del cuerpo, de la mente y del corazón. El hombre debe mantener la pureza de su cuerpo con lavamiento, sudación, cambio de las ropas, peinado del pelo, frecuentes, etc. Cuando aplica la pureza hacia su cuerpo, el hombre comienza a pensar sobre la pureza de sus sentimientos y pensamientos. Pensamientos puros son aquellos que están desprovistos de cualquier egoísmo. Los sentimientos puros excluyen cualquier amor interesado. La nobleza en los sentimientos del hombre, sobreentiende presencia de oro orgánico en la sangre. El oro mantiene el estado saludable del organismo. Cuanto menos esté el oro en la sangre del hombre, tanto más él está expuesto a sufrimientos y enfermedades. El oro es un buen conductor del calor y de la electricidad. Por lo tanto, el oro orgánico en la sangre del hombre es un conductor de las energías en la Naturaleza. Como conocen la fuerza y el valor del oro, la gente procura hacia éste, quieren ser ricos. Cada hombre quiere tener algún objeto dorado como adorno. Si no puede llevar un adorno dorado, es bueno llevar un napoleón dorado en su bolsillo. El Amor del hombre hacia el oro es un anhelo natural que está puesto en él como un impulso interno hacia la nobleza. No hay hombre en el mundo que no ame el oro.
Y así, el oro es un elemento necesario en la educación del hombre. Sin embargo, esto no significa que toda la vida el hombre tenga que adquirir oro. Cuando adquiere la cantidad necesaria de oro, el hombre comienza a buscar otros elementos. El organismo humano necesita de diferentes elementos y no solo de oro. Si el organismo adquiere solo un elemento, el hombre llega a la uniformidad que mata. En general, el hombre debe guardarse de la uniformidad en la vida. Cuando llega a la uniformidad, y el rico se niega de su riqueza. Cuando el hombre se repleta de comida, y hasta la comida más agradable produce en él un estado oneroso, en consecuencia de lo cual su estómago se niega de aceptar esta comida. El hombre necesita de un alimento variado.
En el futuro, en la auto-educación, el hombre debe tener en cuenta qué elementos introduce en su organismo. Él debe saber en qué proporción de cantidad se encuentran estos elementos uno hacia otro, para que no introduzca ninguno de ellos en una cantidad mayor de la que es necesaria. Si lleguéis al oro, sabréis que cada hombre debe tener a su disposición unos cuantos gramos de oro, externo e interno, como una reserva inviolable. El que quiere ser moralmente puro, él debe tener una cierta cantidad de plata dentro de sí. La plata depura al hombre. Sin plata el hombre no puede ser puro. El hombre es un portador de energías vitales en la Naturaleza, y la plata depura al hombre de substancias innecesarias en su organismo. El hierro pues fortalece al organismo. Los médicos dan a la gente anémica gotas y polvos de hierro. Sin embargo, si introduce en su organismo más hierro del que es debido, el hombre comienza a embrutecerse. Cada elemento tiene su predestinación para el organismo humano, pero si es utilizado en una cantidad determinada. Si se introduce en cantidad menor que la determinada, éste causa daño. Cuando en el organismo del hombre aparece un exceso de ciertos elementos, inmediatamente vienen parásitos, microbios que comen este exceso. Así como los microbios y los parásitos comen los excesos en el cuerpo físico del hombre, así y algunos pensamientos y sentimientos atacan la mente y el corazón del hombre como parásitos y producen un cierto secamiento. Entonces unos pensamientos y sentimientos secan al hombre, y otros producen engrosamiento.
Por lo tanto, para que esté sano y normalmente desarrollado, el hombre debe adquirir un equilibrio interno entre las fuerzas de la materia de la cual está hecho su cuerpo, como y entre sus pensamientos y sentimientos. La música es uno de los medios para mantener este equilibrio. El que sabe las leyes de la música natural, él puede detener la acción destructiva de los parásitos en su organismo y mejorar su estado. Si comenzáis a cantar, estos dejan de hacer daños.
Orfeo, el cantante milagroso, con su flautillo, amansaba a las bestias más feroces. Él era un pastor de ovejas, pero puesto que en el área donde pastaba las ovejas había lobos, osos, tigres, constantemente tocaba y cantaba para amansarlos puesto que predicaba una enseñanza de paz y amor, él no quería matar a los animales, sino que tocaba y cantaba por días enteros. Por la acción de su canción todos los animales comenzaban a jugar y se olvidaban de hacer daño, de atacar sus ovejas. Si Orfeo, con su canción, podía amansar a las bestias salvajes, ¿no podéis y vosotros a través de vuestra música y canción arreglárselas con las dificultades y las condiciones desfavorables en la vida? Diréis que es fácil de hablar, difícil de aplicar. Es fácil que el hombre toque, pero él debe tocar así, que amanse las bestias dentro de sí. Sin hacer esfuerzos, vosotros decís que no podéis tocar y cantar, y de esta manera solos os ponéis una barrera. Vosotros podéis cantar. Si la rana, que no es una cantante, comienza a cantar cuando la serpiente la coge de su piernita, cuánto más vosotros podéis llegar a ser cantantes y músicos. Si condenan al hombre a pena de muerte y para indultarle tiene que cantar o hacer un bien, ¿no va a aprender a cantar y a hacer el bien? Delante del pensamiento de que será indultado, él, y cantante llegará a ser, y bien hará. Grandes castigos impone la Naturaleza al hombre, pero poca cosa se requiere de él para quitar el castigo.
Muchos piensan que para que se perdonen sus pecados, deben hacer grandes bondades o llegar a ser cantantes y músicos destacados. En el mundo humano es así, pero en el mundo Divino no se requiere mucha cosa del hombre. Es suficiente que él caiga en una de las gamas de la Naturaleza para que comience a cantar. El cantar verdadero sobreentiende pensamiento. Cuando piensa recto, el hombre puede cantar. Por lo tanto, cuando os levantéis por la mañana, comenzad a cantar, mentalmente o en voz alta, pero sin vacilación ni duda dentro de sí. No digáis que no podéis cantar. A través del canto vosotros entráis en la base de la vida. Por sí misma la vida es música y armonía. El hombre ha sido enviado del Cielo con música y canción. Por lo tanto, la música no es ajena para su alma. Él está sumergido en la música y sobre esta base puede cantar y tocar. Él debe dar un paso hacia atrás, que regrese a su estado primordial de música y canción, de armonía y melodía, y que desde ahí parta hacia adelante. Como sabéis esto, mantened en vuestra mente el pensamiento de que la vida es música y canción. Todo en la vida es bueno y armónico.
El Amor Divino trae la vida plena.