Nuestros pensamientos se transforman en cosas. Pensar es crear. Vemos las consecuencias de las emociones y los pensamientos en este plano físico. La esclavitud no está en la materia, sólo está en tu mente. Eres el único señor de tu pensamiento y el creador de tu propia realidad. El cerebro piensa en imágenes no en palabras. Es imposible tener paz y dicha permanentes sin borrar de la mente las instrucciones negativas que se han programado.
El corazón es científicamente llamado: “El oscilador de cristal líquido del pecho”, pues genera ondas electromagnéticas que influye en lo que nos rodea: según nuestros pensamientos y la emoción que les infundamos. Las membranas biológicas y las membranas de las células son una forma de cristal líquido, elásticos y fluidos. Los cristales líquidos en las membranas pueden recibir e introducir proteínas importantes como si fuesen receptores libres flotantes. El ADN conforma una fase de cristal líquido.
El sentimiento es el lenguaje divino, se comunica desde el corazón, nuestros sentimientos tienen un impacto inmediato en nuestro cuerpo y en el mundo. Funciona en tiempo real: es el AHORA. ¡Despierta!
El corazón energético: Su propósito en el destino humano.
Los nuevos descubrimientos incluyen el reposicionamiento de la inteligencia interconectada y centrada en el corazón. Se requiere calma interior y confianza para adoptar las frecuencias más profundas de nuestro corazón y compartirlas con nuestros hermanos. Cada uno de nosotros puede contribuír con su energía del corazón para el bien común.
Nuestro corazón es el grandioso “Centro de Conexiones” en la red de las almas que están encarnadas, sin importar el espacio o el tiempo. El corazón se desarrolla en el feto antes que el cerebro, éste informa a la fuerza de vida del instrumento humano, preparándola para recibir la conciencia del alma. La frecuencia del amor universal es desacelerada al entrar en las dimensiones del tiempo, espacio y materia. Se conecta con gran cuidado a la energía individual en el punto del corazón.
Gregg Braden nos enseña que el latir de cada corazón se proyecta en la experiencia colectiva: con el corazón, no con la mente. Todas las emociones se centran en el corazón, sentir amor, compasión, comprensión, perdón, cambia la autoestima. Esto altera los campos electromagnéticos del corazón y éstos cambian la materia que forma lo que nos rodea.
Creamos … “centrados en el corazón”
El corazón es el campo magnético más fuerte del cuerpo. Los campos electromagnéticos del corazón cambian el mundo material. Crean el mundo material.
¿Crean los sentimientos?: Sí! Los sentimientos inciden en el campo que interconecta la materia y alteramos nuestra realidad de forma casi milagrosa para nuestra ciencia actual. Las antiguas culturas indígenas parten de ahí: que todo está conectado y somos parte. Podemos literalmente actuar sobre nuestros cuerpos para curarnos y sanar a otros seres humanos o de cualquier reino de la naturaleza.
Al cambiar la autoestima, el cuerpo lo refleja. La clave para atraer las mejores posibilidades a nuestra vida es la UNION de pensamientos, sentimientos y emociones. Pensamientos que emanan de nuestra mente, sentimientos que emanan de nuestro corazón. Tenemos que insuflarle emoción a nuestras buenas ideas!!! Las energías superiores de mayor vibración y las inferiores de más baja vibración en nuestro cuerpo físico, se fusionan en el centro cardíaco.
Tu corazón sabe qué hacer.
Dentro de nuestros preciosos corazones late un inconfundible e inmenso Poder Interno. Todas las cosas que deseamos podemos lograrlas en abundancia, si volvemos a recuperar nuestra habilidad para elegir enfocarnos con la pureza de nuestro corazón. Iluminemos de inocencia y pureza nuestro corazón humano para crear lo que deseamos lograr! Al dominar sentimientos y emociones equilibramos nuestro Ser entero. Despacio, tomando tiempo para respirar el hálito estelar de vida, no nos apresuremos a toda velocidad.
Poco a poco nos habituaremos a buscar nuestra Referencia directamente en nuestros corazones, él sabe hacia dónde dirigirnos. El corazón sigue el camino de la eterna Luz, tal como un río nos lleva inequívocamente a experimentar el Amor sin posesión, sin apego. Si nos preguntamos en qué consiste la alineación de los corazones con la nueva dimensión vibratoria de la Tierra es simple: lo que recibimos del exterior es lo que antes enviamos. En este círculo, cada experiencia personal trasmuta la experiencia colectiva.
El corazón tiene cerebro.
El sistema cardiovascular contiene un método nervioso independiente, desarrollado con más de cuarenta mil neuronas y una compleja y tupida red de neurotransmisores, proteínas y células de apoyo.
Según la investigadora Annie Marquier, gracias a estos circuitos tan elaborados, puede tomar decisiones y pasar de la acción, independientemente del cerebro. También puede aprender, recordar e incluso percibir. El corazón arrastra a la cabeza.
Las ondas cerebrales se sincronizan con las variaciones del ritmo cardíaco según sean las emociones de baja o alta vibración. El Amor del corazón no es una emoción, es un estado de consciencia inteligente. El cerebro del corazón activa en el cerebro de la cabeza centros superiores de percepción completamente nuevos, que interpretan o perciben la realidad sin apoyarse en experiencias pasadas. Este nuevo circuito no pasa por las viejas memorias, su conocimiento es inmediato, instantáneo, y por esta razón tiene una percepción exacta de la realidad.
Está demostrado que cuando el ser humano utiliza el cerebro del corazón, crea un “estado de coherencia biológico”, todo se armoniza y funciona correctamente, es una inteligencia superior que se activa a través de las emociones positivas. Por el momento es un potencial mayormente no activado, pero empieza a estar accesible para un gran número de personas.
La mejor manera de activar este circuito es cultivando las cualidades del corazón: la apertura hacia el prójimo, el escuchar, la paciencia, la cooperación, la aceptación de las diferencias, el coraje, etc. Es la práctica de pensamientos y emociones positivas. Esencialmente: liberarse del espíritu de separación y de los tres mecanismos primarios: el miedo, el deseo y el ansia de dominio, mecanismos que están anclados profundamente en el ser humano porque nos han servido para sobrevivir millones de años. La manera más práctica de liberarnos de ellos es tomando la posición de TESTIGOS, observando nuestros pensamientos y emociones sin juzgarlos, y eligiendo las emociones que nos hacen sentir bien. Debemos aprender a confiar en la intuición y reconocer que el verdadero origen de nuestras “reacciones emocionales” no está en lo que ocurre en el exterior, sino en nuestro interior.
Conexiones que parten del corazón y van hacia él.
Annie Marquier nos explica que la primera se refiere a la comunicación neurológica mediante la transmisión de impulsos nerviosos. El corazón envía más información al cerebro de la que recibe, es el único órgano del cuerpo con esa propiedad, y puede inhibir o activar determinadas partes del cerebro según las circunstancias. Él puede influir en nuestra percepción de la realidad y por tanto en nuestras reacciones.
La segunda conexión es la información bioquímica mediante hormonas y neurotransmisores. Es el corazón el que produce la hormona ANF (Factor Natriurético Atrial: hormona producida por el corazón endócrino), la que asegura el equilibrio general del cuerpo: la Homeostasis, aclaramos: es el mantenimiento del equilibrio dinámico de los organismos vivos dentro de los límites fisiológicos. Uno de sus efectos es inhibir la producción de la hormona del estrés y producir y liberar oxitocina, la que se conoce como la hormona del amor.
La tercera se refiere al ritmo cardíaco. La comunicación biofísica mediante ondas de presión. A través del ritmo cardíaco y sus variaciones el corazón envía mensajes al cerebro y al resto del cuerpo.
La cuarta es la comunicación energética: el campo electromagnético del corazón es el más potente de todos los órganos del cuerpo, cinco mil veces más intenso que el del cerebro. Cambia en función del estado emocional. Cuando tenemos miedo, frustración o estrés se vuelve caótico y se ordena con las emociones positivas. Hay dos clases de variación de la frecuencia cardíaca: una es armoniosa, de ONDAS amplias y regulares, y toma esa forma cuando la persona tiene emociones y pensamientos positivos, elevados y generosos. La otra es desordenada, con ONDAS incoherentes.
El campo magnético del corazón se extiende alrededor del cuerpo entre dos y cuatro metros: Todos los que nos rodean reciben la información energética contenida en nuestro corazón!. La conclusión de todos estos descubrimientos es que el circuito del cerebro del corazón es el primero en tratar la información, que después pasa por el cerebro de la cabeza. Un paso más en la evolución humana. El corazón se puede reparar a sí mismo, “energía cohesiva” que viene de la alineación de la mente y el cuerpo con el ritmo del corazón, él es el núcleo de toda nuestra fisiología y bombea rítmicamente energía esencial de vida a nuestra inteligencia celular.
El elemento ígneo dentro del corazón.
El poder magnético del elemento ígneo dentro del corazón no puede ser negado por ninguna inteligencia o poder del sacro fuego en ningún reino humano o divino. El método y la forma por la cual este fuego sagrado puede ser atraído, enfocado, moldeado y dirigido, se diferencia de acuerdo con el adelanto del estudiante, al igual que el del rayo natural al cual pertenece. Para desarrollar las invocaciones, el individuo debe primeramente reconocer que dentro de su corazón está localizado el rayo de la Presencia y Poder de Dios, el cual contiene dentro de sí el patrón de su futura grandeza, como la semilla contiene dentro de sí el patrón de la futura flor.
Este foco dentro del corazón es conocido como la llama tripartita de la vida. En su estado durmiente se conoce como una chispa de divinidad, pero cuando el individuo consciente llega al sendero, esta pequeña chispa toma la forma de la presencia de Dios o el Cristo en miniatura, y empieza a crecer y a expandirse en tamaño hasta que finalmente emerge desde su célula sellada en la cual ha morado y toma el mando de su cuerpo físico como la majestuosa Presencia y poder de Cristo. Este es el segundo nacimiento al cual se refieren tantas veces las enseñanzas espirituales del pasado.
El reconocimiento y la aceptación de esta Presencia de Dios dentro del corazón y la Convicción y el Sentir que: a través de esa Presencia y de la Autoridad de su Poder se puede invocar y atraer de cualquier parte del universo los poderes necesarios para prestar la asistencia en el medio ambiente en el cual él está al presente funcionando, hace al individuo un ministro del Fuego Sagrado el cual es capaz de incrementar y dirigir la presencia flameante para el estímulo de sus hermanos y para la liberación total de la vida. Invocando:
“Yo conscientemente entro y moro dentro del corazón del Fuego sagrado, el verdadero Centro de mi Ser”.
“Yo Soy la Presencia de Dios dentro del Corazón del Fuego Sagrado y Yo Hablo y Comando con Autoridad”.
Observar desde la sabiduría del corazón
La sabiduría del corazón se expresa en nuestras situaciones diarias, en momentos de comprensión y sentimientos, ello nos ayuda a evaluar con mayor claridad las experiencias interiores y nuestras creencias. Al darle la oportunidad de expresarse en nosotros, este instrumento nos ayuda a dejar de lado el juzgar sólo por experiencias e impresiones que recibimos. Nos ayuda a observar de manera más pura y sin prejuicios el entorno que nos rodea, al dejar que se exprese en nosotros libremente, transforma un mundo de ilusiones, en realidades que trascienden nuestra existencia.
Cuando ahogamos el corazón nos ahogamos a nosotros mismos, por inutilizar la brújula de nuestra alma y el empoderamiento divino que hay en cada uno. Toma tu timón y sigue a tu corazón. Dejamos nuestra condición humana y la transmutamos por: Divinidad Manifestada. LAS PUERTAS DEL POTENCIAL DIVINO SE HAN ABIERTO DE PAR EN PAR.
Significado del término: corazón.
Según Trigueirinho puede significar una postura de la consciencia, un estado del ser, o referirse al centro cardíaco. En el corazón las ideas personales y los apegos son transmutados en una Donación. En él, la consciencia no se detiene ante obstáculos, invisiblemente se fortalece a través de ellos. También se lo denomina el Señor de la Síntesis, el Portal de la estabilización y el camino hacia la Unidad. Atraído por el fuego solar, favorece el equilibrio. La única forma de ir del consciente izquierdo al derecho es “cruzar el puente del corazón”. Es él, y no la mente, el que tiene la clave de la unión.
La síntesis entre lo abstracto y lo racional se realiza en el centro cardíaco. La sabiduría se abre en el corazón y no en la mente, pero el corazón debe ser “límpido” para que su irradiación sea curativa. La Jerarquía instruye por medio del corazón, base sobre la cual se procesa la unidad mental. Cuando la voz del corazón es escuchada y prevalece, desaparecen los antagonismos, para esa Realidad no existen límites personales.
“Estamos señalando un modo de vida totalmente nuevo, los invito a observar desde la sabiduría del corazón. Respira desde tu corazón, respira luz y amor desde ese centro que es tu corazón sagrado: Inspiro… y Agradezco, Expiro… y Amo.”
AMAD@:
Acuérdense del ejercicio para estar en el centro corazón.
Fuente: Renacer del Nuevo Hombre